En España hay más de 21.000 oficinas de farmacia, lo que
supone en torno a una por cada 2.200 habitantes. Si bien los médicos son
quienes diagnostican las enfermedades y deciden sobre la prescripción,
en muchas ocasiones el profesional de la farmacia es la primera toma de
contacto de un paciente con un profesional de la salud. Una buena
práctica farmacéutica puede beneficiar considerablemente a los
pacientes, no solo a través de la atención farmacéutica o colaborando en
el seguimiento de los tratamientos, sino también en aspectos de salud
pública y prevención. Además, el farmacéutico ha de tomar, con más
frecuencia de la que creemos, decisiones difíciles desde los puntos de
vista clínico, ético y legal.
Un reflejo de esto es la labor desarrollada por
organizaciones como la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria
(SEFAC), que recientemente ha puesto en marcha el proyecto LIFAC (Libro
de Incidencias en Farmacia Comunitaria), junto al Grupo de Investigación
en Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada y, en su parte
formativa, junto a la Fundación AstraZeneca. Esta iniciativa evaluará la
utilidad de que las farmacias cuenten con un Libro de Incidencias en el
que registrar aquellas actuaciones que requieran adoptar, por parte del
farmacéutico, decisiones complejas, con el fin último de mejorar la
calidad asistencial y proporcionar seguridad al farmacéutico respecto a
su responsabilidad profesional.
Para ello se ha creado un registro online donde los
farmacéuticos pueden incluir casos como: negativas a la dispensación por
motivos de conciencia, dispensaciones excepcionales por urgencia o
necesidad, o conflictos de sustitución de fármacos, entre otros. Esto
permitirá contar con una herramienta muy útil tanto para catalogar los
tipos de incidencias más frecuentes que se producen en la farmacia como
para tener referencias concretas que poder consultar en futuras
situaciones semejantes de difícil resolución y que pueden plantear
profundas dudas. En este ámbito, SEFAC, con la colaboración de la
Fundación AstraZeneca, también ha puesto a disposición de los
farmacéuticos el Servicio online SEFAC Bioeticolegal para asesorarles en
su práctica ordinaria y, en especial, resolver sus dudas éticas y
legales en la relación con los pacientes.
Más formación
La mejora de la práctica farmacéutica comunitaria también
puede potenciarse con iniciativas formativas que ayuden a los
profesionales a actualizar y potenciar sus conocimientos, repercutiendo
en beneficios para los pacientes. En este sentido, AstraZeneca ha
patrocinado programas de formación como el dedicado a adolescencia y
juventud, llevado a cabo junto con el Instituto de Formación Cofares,
que aborda el tratamiento de las enfermedades más comunes a estas
edades, como pueden ser patologías respiratorias, mentales, aspectos
sobre nutrición, etc. Asimismo, la compañía ha desarrollado un curso
online sobre el Abordaje del paciente con Enfermedad por Reflujo
Gastroesofágico (ERGE), aportando al farmacéutico los conocimientos
necesarios para su control y prevención en la farmacia.
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