"Vendo uno, compro uno", dice el titular de una farmacia de Gandía sobre la gestión de sus pedidos tras los impagos
Antes de que los impagos por parte de la administración aguaran la temporada, las farmacias situadas en zonas turísticas hacían su agosto durante los meses de verano. Este año, sin embargo, las cosas han cambiado. Los farmacéuticos de la Comunidad Valenciana, por ejemplo, cargan a sus espaldas con más de cinco facturaciones impagadas, lo que ha repercutido en los stocks y en el propio personal de las boticas. Las farmacias de las Islas Baleares, pese a alcanzar esta época del año con solo una factura impagada, también llegan debilitadas por haber superado varios meses de retrasos. Ante esta complicada situación, ¿qué panorama van a encontrarse los turistas cuando crucen las puertas de una farmacia a la que la administración no paga con regularidad?
Uno de los primeros efectos de estos retrasos se observa ya en los "stocks mínimos" con los que cuentan las boticas, según explica José Vicente Bertó, titular de una farmacia en la localidad valenciana de Gandía. "Vendo uno, compro uno", dice. De este modo, se resume la mecánica a la que los impagos han abocado a este boticario, que será uno de los muchos titulares que este año se quede sin vacaciones ante la imposibilidad de contratar personal extra.
"Al estar al lado de la playa, los stocks no los puedo tener bajos en estos momentos, así que los he tenido que reforzar por el turismo que viene", afirma, en cambio, Cristina Blay, titular de una farmacia en Benidorm (Alicante), que se vio obligada a pedir al almacén el aplazamiento del pago de dos meses, cuando comenzaron los impagos. Esta boticaria, sin embargo, tiene ahora depositadas sus esperanzas en que la venta libre compense la balanza.
"En estos momentos, estoy pasando la crisis de los impagos gracias a estas ventas, pero los meses anteriores fueron mucho más duros", reconoce Blay, quien, pese a la época de trabajo que se viene encima, tampoco ha reforzado su personal como lo hacía en años anteriores. Su farmacia normalmente tenía en plantilla cuatro trabajadores, pero este año solo cuenta con dos y una persona en prácticas a media jornada. ¿Las consecuencias? "Estamos apretándonos más y yendo más rápido con las dispensaciones", señala.
Por su parte, el presidente de la Confederación Empresarial de Oficinas de Farmacia de la Comunidad Valenciana (Confar), Fernando Ríos, corrobora la "situación dramática" que viven las boticas de esta comunidad y, a este respecto, señala que resulta "inasumible" contratar personal extra para el verano con la disminución de los stocks y las pólizas de crédito que tienen suscritas. "Estamos endeudándonos con nuestro patrimonio y, teniendo en cuenta el incremento del número de turistas en la región, la situación de las farmacias de las Comunidad Valenciana es insostenible", denuncia.
A la imposibilidad de contratar más personal, Ríos también añade los problemas de desabastecimiento, "lo que está provocando una pérdida en la calidad del servicio y tiene repercusiones en la salud de la población". Según explica, las farmacias ya no pueden pagar a los distribuidores ni estos, a su vez, a los laboratorios, y "esta situación está haciendo que muchas farmacias ya no puedan dispensar". Además, al margen de los efectos del impago, el presidente de Confar señala que el consumo de la venta libre también ha bajado en los últimos tiempos, dentro del descenso generalizado del consumo que vive España.
Invierno incierto
Estos problemas, previsiblemente, se incrementarán en invierno, época de vacas flacas para las farmacias de las zonas turísticas. Entre las preguntas que planean sobre estos profesionales destaca la incertidumbre sobre cuándo cobrarán las recetas dispensadas en los meses estivales, así como qué pasará cuando la venta libre siga descendiendo por la menor afluencia turística. Y es que, como recuerda Juan Luis Castillo, titular de una farmacia en la localidad ibicenca de Santa Eulalia, "en estos meses la venta libre aumenta bastante, pero no se puede vivir de tres meses un año entero".
Además, este farmacéutico atisba un "futuro negro" para el sector "si ahora entran muchas recetas y no te las pagan". Y eso que el caso de las Islas Baleares dista bastante del que se vive en la Comunidad Valenciana, puesto que las farmacias del archipiélago cobraron recientemente a través de los créditos ICO la deuda acumulada en 2011. Este pago, que se produjo el pasado mes de junio, llegó justo a tiempo para que los farmacéuticos del archipiélago pudieran preparar sus stocks de cara al verano, aunque principalmente también ha servido para pagar las pólizas contraídas por estos profesionales para hacer frente al impago. No obstante, las farmacias baleares tienen todavía pendiente de cobrar la factura de mayo y, además, Castillo se muestra "expectante" ante la posibilidad de que lleguen nuevos retrasos.
Pese al estado en el que se encuentran las farmacias y sus respectivas reboticas, los farmacéuticos parecen coincidir en que los usuarios muestran comprensión por la situación de este colectivo que está haciendo un "esfuerzo total" para que los ciudadanos puedan llevarse su medicación, tal y como destaca Alicia Saera, titular de una farmacia en Oropesa del Mar (Castellón). "La medicación de la población está dependiendo, en estos momentos, de los farmacéuticos", añade.
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