Centro Farmacéutico, historia y empresa con raíces mediterráneas

Nació en 1922, cuando fue creado el Centro Farmacéutico Valenciano para dar servicio a las necesidades de los farmacéuticos de la región con profesionalidad y solvencia.
Pero no fue hasta el año 1978 cuando se agrupó con Bacharach, Cefarma y DIM dando origen al Centro Farmacéutico Valenciano S.A. En 1985 se fusionó el Centro Farmacéutico Valenciano S.A. con el Centro Farmacéutico Murciano S.A. y el Centro Farmacéutico Alicantino S.A. dando lugar al Centro Farmacéutico S.A. Finalmente, en 2009, Unión Farmacéutica de la Mancha pasó a formar parte de la empresa, ampliando el ámbito de actuación a nuevas regiones, informa IM Farmacias. De esta manera, con 270 empleados, 80 rutas y siete almacenes (dos en Valencia, dos en Alicante y los tres restantes en Murcia, Albacete y Castellón), Centro Farmacéutico tiene como prioridad ofrecer un servicio impecable a las cerca de 2.000 farmacias a las que sirve dentro de su zona. Para ellos es muy importante la territorialidad, y por eso su ámbito se limita a la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y la provincia de Albacete. Por eso, teniendo en cuenta los tiempos que corren, Ernesto Fuster, director general adjunto de Centro Farmacéutico, licenciado en Farmacia y economista, opina que la problemática se desgrana en varios aspectos: “Por un lado está el tema del fondo de comercio, se ha paralizado completamente la venta de farmacias, su valor patrimonial se ha reducido a la mitad, no tiene ningún sentido y supongo que este tema se resolverá”. Y por otro lado, los temas relacionados con las bajadas de precios, “nosotros somos actores pasivos y sufridores pasivos del sistema. Cuando la industria baja precios, baja también los de la distribución y los de la farmacia, y no se nos pide ninguna opinión”. Por ello considera que la distribución tiene un valor inapreciable en su ayuda a la farmacia, “estamos haciendo todo lo que podemos, por ejemplo en financiación, es decir darles más días para que puedan hacer frente a los impagos. Esta situación se agrava especialmente aquí, en la Comunidad Valenciana, donde todos los bancos locales están o han estado intervenidos. La situación de impagos no es sostenible, porque los farmacéuticos no pueden invertir su patrimonio”. Y aunque considera que la clave de la sostenibilidad en el sector farmacéutico pasa, sin duda, por la fidelización, ve muy claro cuál es el futuro de la farmacia: “Estoy convencido de que es profundizar sobre el concepto de centro de salud, la parafarmacia y el servicio sanitario asociado a la farmacia. El farmacéutico tiene la formación para ofrecer un servicio lo más completo posible: formación continuada, atención terapéutica, consejo farmacéutico, farmacovigilancia, todo eso ofrece el farmacéutico, y los servicios deben ir a más. Aprovechar la confianza, la proximidad y la capilaridad de la farmacia para crecer”.