El sector ha visto cómo las medidas de
recorte vuelven a golpear a las oficinas de farmacia, que ven pasar por
delante otra oportunidad para poner freno a la incesante caída de sus
márgenes. Ante esta situación, vuelve a estar sobre la mesa el debate
sobre la necesidad de caminar hacia un modelo de retribución mixto. Sus
defensores argumentan que así se conseguiría, por un lado, garantizar la
viabilidad económica de las boticas y, por otro, fomentar el desarrollo
del farmacéutico como profesional sanitario. En cambio, hay quien ve en
este modelo un paso hacia la 'funcionarización' de la oficina de
farmacia, informa ElGlobal.net
"La farmacia es un
establecimiento privado de interés público, no una propiedad pública con
un farmacéutico asalariado. Esa es la grandeza de nuestro modelo",
destacó la vicepresidenta de Relaciones Institucionales de la Federación
Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), Isabel Vallejo, para
quien las boticas son un buen ejemplo de colaboración público-privada,
puesto que el modelo actual permite ofrecer una prestación de alta
calidad tan valorada por los ciudadanos como la que hay en España.
Por
ello, a su juicio, ante la caída de los márgenes, "en vez de plantear
un cambio retributivo, lo que hay que plantear es cómo la farmacia
recupera el margen que realmente figura en la ley". Todo ello, con el
fin de garantizar la viabilidad de las boticas para que estas puedan
mantener sus gastos estructurales, unos stocks adecuados, hacer
inversiones en nuevas tecnologías... A este respecto, Vallejo defendió
que la farmacia tiene que mantener su retribución mediante margen porque
tiene unos gastos estructurales y de inversión que no pueden mantenerse
si el modelo se hace con fijo más margen. "El salario funcionarial no
sería suficiente para mantener las inversiones que se necesitan",
concluyó.
Otra cuestión, según
Vallejo, sería hablar de una cartera de servicios complementaria y
remunerada, independientemente del margen de la dispensación
farmacéutica. Sin embargo, el presidente de la Sociedad Española de
Farmacéuticos Rurales (Sefar), Francisco Javier Guerrero, es consciente
de que, ante el contexto económico actual, "será muy difícil pedir que
te paguen el margen que se está pagando ahora mismo y al mismo tiempo te
paguen por actividades extra".
Voces a favor
Los
boticarios rurales, en cambio, sí ven con buenos ojos un cambio hacia
un modelo retributivo mixto. Entre sus argumentos destacan razones
económicas porque, debido a que el precio de medicamento es cada vez
menor, parece claro que "no se puede estar ligado al margen del
medicamento exclusivamente". También esgrimen razones profesionales.
"Ligar los ingresos de la farmacia exclusivamente en base a este
concepto te acerca más a un comercio normal y limita el desarrollo de
una actividad profesional", sostuvo el presidente de Sefar.
Incluso,
Guerrero cree que tendría su lógica establecer unas cuotas fijas por el
acto de dispensación, eso sí, siempre que se complementaran con otro
tipo de retribuciones que permitieran la puesta en marcha de una cartera
servicios demandada por la sociedad. No obstante, desde Sefar se llama a
garantizar que todas las farmacias pudieran acceder a una cartera
básica para que, en el tránsito hacia un nuevo modelo, se protegiera la
viabilidad de "todas" las boticas.
No
obstante, el presidente de los farmacéuticos rurales reconoció que lo
primero es que la profesión tenga claro que quiere este cambio para,
posteriormente, liderar su transición. "Hasta ahora, la profesión va a
remolque de lo que las administraciones van haciendo", afirmó. Por ello,
en su día, Sefar ya propuso la creación de un grupo de trabajo para
encaminar el fondo de compensación que recibirían las boticas rurales,
con el 10 por ciento del ahorro obtenido de las subastas andaluzas de
medicamentos, hacia un sistema mixto en el que se conservara un margen
de dispensación y se pagara por servicios.
Por
su parte, el farmacéutico comunitario Francisco García Cebrián afirmó
que España mantiene un sistema de remuneración estático,
"desincentivador" desde el punto de vista profesional. "Los cambios
acaecidos en la estructura política, social y económica del sistema
sanitario dejan obsoleto un sistema de remuneración que frena y
dificulta la implantación de servicios de salud que pueden y deben
ofrecerse en las oficinas de farmacia", defendió en un análisis
publicado en la revista Pharmaceutical Care España.
Por
ello, este farmacéutico apostó por un sistema mixto de remuneración,
que diferencie claramente el cobro por servicios logísticos y por
servicios profesionales, cuyo pago sea asumido por la Administración.
Esto, a su vez, implicaría distinguir, a la hora de la remuneración,
entre la farmacia que preste servicios básicos o diferenciados de
atención farmacéutica. Por tanto, a su juicio, la propia botica debería
asumir el coste de implantación de estos servicios para crear valor
añadido.
En cualquier caso, el
presidente de los farmacéuticos vascos, Ángel Garay, considera prematuro
hablar de un nuevo modelo retributivo y apuesta por "primero demostrar
cosas con métodos científicos".
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